jueves, 11 de octubre de 2012

lunes, 27 de agosto de 2012

jueves, 9 de agosto de 2012

EDUCAR PARA PREVENIR ADICCIONES

CONSEJOS

Recordar que el alcohol y el tabaco son sustancias adictivas también, y que distinguirlas
de las drogas dificulta la prevención. Aunque el alcohol se puede consumir responsablemente en la preadolescencia no es bueno dar ese mensaje de normalización.

Enseñar a los niños a ejercitar la asertividad (saber decir no,defender sus derechos y opiniones respetando las de los demás...) ya desde pequeños. No es coherente pedirle que obedezca sumisamente en casa y que sea capaz de defender su opinión en el grupo de amigos. Se puede hacer juegos de rol en que uno tiene el papel de individuo resistente a la persuasión del grupo.

Apoyar a los niños para que encuentren grupos de amigos en los que se sientan valorados, aceptados y queridos por lo que son. Si tienen varios grupos, es más fácil que el niño pueda dejar a una pandilla que no le interesa y no se quede aislado, sino que tenga alternativas.

Dejar caer información ideas y opiniones al ver una película o las noticias. Hacer hincapié en los problemas escolares que provoca el consumo de drogas. Y ser sincero si uno ha probado las sustancias adictivas. Decir la verdad da más credibilidad y permite hablar de casos reales.

Ayudar al niño a que cultive aficiones que le gusten y a que busque nuevas cosas que estimulen su curiosidad y que no sean nocivas para la salud.Los adolescentes que tienen intereses y ocupaciones tiene menor probabilidad de consumir drogas que los que se aburren, aseguran los expertos.



Revista Magazine. Texto de Carmen Giró.




sábado, 28 de julio de 2012

Entre pasillos y aulas: EXÁMENES DE SEPTIEMBRE: OBJETIVO, APROBAR

Entre pasillos y aulas: EXÁMENES DE SEPTIEMBRE: OBJETIVO, APROBAR: Aunque todavía quedan vacaciones, os recuerdo en esta página el calendario de exámenes de septiembre para la ESO y para el Bachillerato. ...

UN VERANO CON SUSPENSOS. QUÉ HACER

Cuando el resultado académico no es el esperado y el niño termina el curso con algún suspenso se presentan dos dilemas: cómo reaccionar ante el hecho y cómo organizarse para ayudarle a recuperar las asignaturas suspendidas.
En primer lugar, es aconsejable mantener la calma. No es conveniente gritar, reprochar, sermonear, etc. al chaval porque este tipo de actitudes, además de no servir de nada, puede bloquear la comunicación entre padres e hijo. Es mejor adoptar una actitud serena y dialogante.
El segundo paso será analizar de la forma más objetiva posible el porqué de los suspensos. Para ello, trataremos de obtener información no sólo por parte del niño sino también de su maestro.
Una vez identificado el problema, se intentará buscar una solución. Para ello es útil establecer un horario de trabajo y seguirlo de forma estricta. Los padres deben supervisar y controlar este horario y, en el caso de que no se cumpla, exigir responsabilidades. Si el niño intenta eludir sus deberes, es útil establecer un sistema de penalizaciones.



NUESTROS HIJOS. REVISTA PRONTO.

sábado, 21 de julio de 2012

DÍAS DE ESTUDIO. ORGANIZARSE, LA CLAVE PARA APROBAR

En ocasiones, la raíz de un fracaso escolar está en no saber aplicar las técnicas adecuadas para asimilar los conocimientos. Si tu hijo no sabe muy bien cómo debe estudiar sus lecciones, ten en cuenta estos factores.

Planificar. Es importante establecer dos horarios de estudio: uno para realizar a diario y otro los días previos a un examen. Para que resulten eficaces, estos horarios deben cumplirse de forma rigurosa.
Dedicarle tiempo. Las horas dedicadas al estudio ( deberes incluidos) dependerán de la edad. Entre los 4 y 6 años, se recomienda estudiar unos 15-30 minutos diarios.De 7 a 13 años, 30 minutos; de los 13 a los 16, de dos a tres horas y, a partir de los 17 años, las horas que sean necesarias.
Organizarse. Los periodos de estudio no deben prolongarse más allá de 50 minutos seguidos y deben alternarse con periodos de descanso de unos 10 minutos.
Evitar las distracciones. Es necesario mantener alejados elementos de distracciones como la televisión, el ordenador , el móvil o los video juegos. No es aconsejable estudiar con música(sobre todo con auriculares) ni acompañado.



NUESTROS HIJOS. REVISTA PRONTO Nº 2088

miércoles, 18 de julio de 2012

LO QUE PODEMOS PERMITIRLES Y LO QUE NO

Ni demasiado exigentes ni demasiado permisivos. Educar u hijo es un tiro y afloja constante. Hay veces en las que debemos ser muy estrictos y otras en las que podemos ser más flexibles, dependiendo de la situación.
Cuando se trata de hábitos que deseamos inculcar, como llegar a determinada hora a casa, lavarse los dientes, mantener ordenada su habitación, hay que mantenerse firmes y exigir que se cumplan, pero evitando que la sangre llegue al río.Se trata de temas negociables en los que el niño puede disponer de un  pequeño margen de acción.
Hay conductas, sin embargo que resultan inadmisibles y que, por lo tanto, no pueden tolerarse, sea cual sea la situación. Faltas de respeto, peleas, agresiones físicas...Aquí no hay explicaciones ni negociaciones que valgan. No se debe actuar así bajo ningún concepto.
Esta norma de actuación puede aplicarse a todas las edades, desde la primera infancia a la adolescencia. A partir del momento en el que el niño sea capaz de adquirir responsabilidades( recoger sus juguetes, respetar los horarios, poner la mesa...), ya es posible empezar a hacerlo a diario.












NUESTROS HIJOS ( REVISTA PRONTO Nº 2086)

domingo, 8 de julio de 2012

COLABORAR EN CASA

COLABORAR EN CASA. IMPRESCINDIBLE A CUALQUIER EDAD

Una buena organización en el hogar no sólo asegura una vida más cómoda y confortable para toda la familia sino que también es una buena oportunidad para que los niños aprendan a adquirir responsabilidades.
Los niños pueden empezar a ayudar en casa desde muy pequeños. A la mayoría de ellos les encanta, ya que tienen una tendencia natural a imitar a los adultos. Debemos darles la oportunidad e que lo hagan(aunque no sepan o tarden mucho en hacerlo) para que se acostumbren a ello.
Cuando son pequeños, es importante que no estén solos. Una buena idea es acompañarlos en las tareas que realicen como, por ejemplo, ordenar su cuarto o bien pedirles que nos ayuden a doblar la ropa, poner la mesa,etc.
Cuando sean más mayores(y, sobre todo, cuando haya más hermanos), puede ser útil establecer un horario con las tareas que deben ser realizadas a diario.
Al llegar a la preadolescencia, algunos niños se niegan a colaborar. En este caso, se puede establecer una serie de faltas por tarea no realizad que se irán acumulando hasta llegar a la penalización.


NUESTROS HIJOS. REVISTA PRONTO Nº 2092

miércoles, 4 de julio de 2012

RESPONSABILIDAD EN EL HOGAR

http://www.airecomun.com/videos/habilidades-de-comunicacion-familiar-ii-resolucion-de-conflictos-116.html

 Para poder cumplir con las grandes responsabilidades en la vida, debemos aprender a cumplir primero con las pequeñas en el hogar.

lunes, 18 de junio de 2012

sábado, 19 de mayo de 2012

Huelga día 22 de Mayo

A TODOS LOS PADRES QUE ESTÉIS A FAVOR DE UNA ENSEÑANZA PÚBLICA DE CALIDAD Y APOYÉIS LA HUELGA DEL 22 DE MAYO, UNA BUENA IDEA SERÍA QUE TODOS NUESTR@S HIJ@S LLEVARAN ESTA JUSTIFCIACIÓN A SER POSIBLE EN FOLIO O CARTULINA DE COLOR VERDE, SÍMBOLO DE ESTA LUCHA.

viernes, 10 de febrero de 2012

SE PUEDEN IR LOS MEJORES

Se pueden ir los mejores

Bernardo Díaz Nosty | Actualizado 10.02.2012 - 
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HA decidido marcharse del país. Buscarse la vida allí donde el talento es apreciado como un antídoto de la crisis. Alemania, por ejemplo. Con veinticuatro años, él, como cada vez más jóvenes universitarios, emplea sus habilidades para no caer en la depresión personal. Tiene un buen expediente académico y sabe que, por mal que la vayan las cosas, no le irán peor de lo que le augura un horizonte de paro y precarización.

No se va con la maleta de cartón, que, tal vez, conserve su abuelo, ni lleva una dirección incierta de un amigo del pueblo en Suiza o Alemania. Viaja en avión, habla inglés correctamente y guarda en la mochila un título superior que le avala como candidato a un buen empleo. Está en el escenario de la globalización y su lógica, salvadas las distancias, no es muy distinta a la de los subsaharianos que, con un cierto grado de instrucción, llegaban a España buscando mejorar las escasas expectativas que les ofrecían sus países de origen.

La máquina del tiempo nos devuelve al pasado. Ahora son los mejor formados, fruto de un esfuerzo que definió la modernización y el progreso nacionales, quienes buscarán fuera lo que no encuentran aquí. Cuando las políticas de salvación se reducen a recortes, descubrimos la ironía del discurso de anteayer, que asociaba la formación a la innovación y el emprendimiento, a los disolventes de las crisis. ¿No es posible aplicar el capital humano que se desvanece en la dirección de unas políticas públicas menos apegadas a la visión contable destinada a pagar las facturas del pasado? ¿Dónde van a quedar las ilusiones y la energía vital de los que todo lo fiaron a su formación? El país pierde con ellos gas y soberanía…

El furor del nuevo Gobierno, que aún se reserva la guarda afilada para después del 25 de marzo, recuerda a la intervención eficaz de los bomberos. A pesar de apagar el fuego, no logran que el edificio se mantenga en pie. Por lamentable e injusto que resulte, no es de extrañar el exilio económico de los mejores. Les hemos enseñado a volar. Son muchos los que ya viajan a través de internet hacia Alemania, Estados Unidos, Canadá, Australia, en una exploración previa a la adquisición de los pasajes.

Una sociedad que pierde a los jóvenes, o donde los jóvenes pierden la esperanza, por muchas razones está hipotecando su futuro, aunque finalmente los cobradores del frac puedan lograr que cuadren las cuentas de un país en ruina… Probablemente hoy, la reforma laboral trace un cortafuegos, pero seguramente no mire tanto al necesario rescate de la gente cuya formación ha supuesto la gran apuesta del país.
 
EUROPA SUR 10-2-2012

lunes, 30 de enero de 2012

Los pecados capitales de la educación

Los pecados capitales de la educación

Enrique Fernández Sánchez | Actualizado 30.01.2012 - 01:00
 
DESDE hace tiempo, los profesores de instituto nos quejamos ante el deterioro progresivo que el actual sistema educativo ha provocado en la Enseñanza Secundaria. Si bien los tímidos propósitos reformistas del nuevo gobierno no invitan a hacerse demasiadas ilusiones, parece oportuno ensayar una síntesis de nuestros mayores males y proponer alternativas.

1º) La comprensividad. Agrupando en las mismas aulas a alumnos con distinta capacidad, competencia y motivación sólo se consigue fomentar la frustración de los peores y obstaculizar el progreso de los mejores. Los profesores no tienen el don de la ubicuidad. Si atienden particularmente a unos descuidarán a los demás. Establecer itinerarios en Secundaria y desterrar la promoción por edad no es una opción política, sino una necesidad de cualquier sistema que pretenda eficacia y justicia.

2º) El paternalismo. La condescendencia sistemática ante los "chavales" sólo consigue perpetuar su irresponsabilidad y su inmadurez. Los institutos nunca podrán ofrecer a los adolescentes el amparo que no le ofrezcan sus familias. En todo caso, la oportunidad de superar con el propio esfuerzo sus circunstancias. La Enseñanza Secundaria requiere criterios de evaluación exigentes y rigurosos. Regalar títulos sin ningún valor malogra las posibilidades de quienes sólo cuentan con sus capacidades para mejorar su situación.

3º) La impunidad. Tolerar la indisciplina, camuflándola bajo eufemismos, renunciando a tomar medidas efectivas para atajarla, atenta contra derechos fundamentales de los alumnos y boicotea la labor de los profesores. La integración en un centro educativo exige el respeto a unas normas cuyo incumplimiento tiene que producir consecuencias adversas para los infractores. No se trata de criminalizar sino de salvaguardar el derecho a aprender. La autoridad en el ejercicio de la profesión docente debería contar con el reconocimiento unánime de la sociedad. Los adolescentes con problemas severos de conducta estarían mejor atendidos en centros especializados.

4º) El pedagogismo. Atribuir la falta de esfuerzo e interés de ciertos alumnos a la incompetencia de sus profesores es una frivolidad propia de quienes confunden la pedagogía con sus prejuicios ideológicos. No hay receta metodológica universal. En la enseñanza, la experiencia en el aula resulta siempre más elocuente que cualquier análisis teórico. Debería reconsiderarse el papel de los psicopedagogos en los institutos. Su contribución mejoraría considerablemente si pasaran más tiempo en las aulas y menos en los despachos.

5º) El esnobismo tecnológico. Convertir las nuevas tecnologías en protagonistas indiscutibles de la enseñanza secundaria es una confusión intolerable de fines y medios. La pantalla del portátil no aporta nada a la agudeza de un razonamiento, la exactitud de un cálculo o la belleza de una metáfora, a no ser distracción. Ahora está todo en internet, como antes estaba en las bibliotecas, pero mal nos hubiera ido si en nuestros años de instituto, en lugar de dedicarnos a asimilar el contenido de los libros, nos hubiéramos ocupado sólo de aprender a buscar en índices y ficheros. La Secundaria tiene que llevar al alumno más allá de lo puramente instrumental. Más enseñanza de verdad y menos Andalucía imparable.

6º) El provincianismo. Si en cada comunidad autónoma, en cada barriada, en cada centro, impartimos una enseñanza diferente, nuestros certificados de estudios acabarán no significando nada. Por otra parte, empeñarse en adaptar los contenidos curriculares al contexto sociocultural alimenta las desigualdades, el etnocentrismo y la ignorancia. Urge, pues, el establecimiento de unos estándares comunes para el conjunto del Estado, acompañados de mecanismos de control, tales como exámenes de reválida al final de cada etapa.

7º) La burocracia. Someter la práctica docente al rigor del procedimiento administrativo desvirtúa la responsabilidad de enseñar y consume energías que al profesor no le sobran. Dar clase es una tarea singular que no se deja ponderar con los parámetros comunes a otras profesiones. Comprometiendo la libertad de cátedra, poniendo bajo sospecha a los docentes y agobiándolos con mil papeles sólo conseguiremos castrar la enseñanza. El único mecanismo verdaderamente eficaz de control consiste en la selección del profesorado: oposiciones exigentes y rigurosas para los distintos niveles y especialidades. Y por supuesto, que el acceso a la inspección educativa deje de estar sujeto a designación política y responda a criterios estrictamente profesionales.
 
 EUROPA SUR 30-1-2012
 

martes, 24 de enero de 2012

CARTA DE UN HIJO A SU PADRE


CARTA DE UN HIJO A SU PADRE

No me des todo lo que te pida, a veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.

No me grites, te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.

No des siempre órdenes... Si en vez de órdenes, a veces, me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas... Si me prometes un premio dámelo, pero también si es castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor que los demás seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esta decisión.

Déjame valerme por mí mismo, sí tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro, me harás sentir mal y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo haga algo malo, no me exijas que te diga por qué lo hice, a veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estés equivocado en algo, admítelo. Crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

No me digas que haga una cosa que tú tu no haces, yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Enséñame a amar y conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar porque de nada vale si yo veo que tú ni conoces ni amas a Dios.

Cuando te cuente un problema mío no me digas: no tengo tiempo para boberías o eso no tiene importancia. Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme, y dímelo, a mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.