sábado, 28 de julio de 2012

UN VERANO CON SUSPENSOS. QUÉ HACER

Cuando el resultado académico no es el esperado y el niño termina el curso con algún suspenso se presentan dos dilemas: cómo reaccionar ante el hecho y cómo organizarse para ayudarle a recuperar las asignaturas suspendidas.
En primer lugar, es aconsejable mantener la calma. No es conveniente gritar, reprochar, sermonear, etc. al chaval porque este tipo de actitudes, además de no servir de nada, puede bloquear la comunicación entre padres e hijo. Es mejor adoptar una actitud serena y dialogante.
El segundo paso será analizar de la forma más objetiva posible el porqué de los suspensos. Para ello, trataremos de obtener información no sólo por parte del niño sino también de su maestro.
Una vez identificado el problema, se intentará buscar una solución. Para ello es útil establecer un horario de trabajo y seguirlo de forma estricta. Los padres deben supervisar y controlar este horario y, en el caso de que no se cumpla, exigir responsabilidades. Si el niño intenta eludir sus deberes, es útil establecer un sistema de penalizaciones.



NUESTROS HIJOS. REVISTA PRONTO.

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